Ya estoy de vuelta....me había parado un ratito a descansar, lo necesitaba.
El otro día leí en internet una historia que alguien había escrito y que me gustó mucho, así es que os la paso:
“Hace muchos años, cuando trabajaba como voluntario en un hospital de Stamford, conocí a una niñita llamada Liz, que sufría de una extraña enfermedad. Su única oportunidad de recuperarse era una transfusión de sangre de su hermano de 5 años, quien había sobrevivido a la misma enfermedad y había desarrollado los anticuerpos necesarios para combatirla. El doctor explicó la situación al hermano de la niña, y le preguntó si estaría dispuesto a darle su sangre. Yo lo vi dudar por un momento antes de tomar un gran suspiro y decir:
“Sí, lo haré si eso salva a Liz”.
Mientras la transfusión se hacía, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana muy sonriente, mientras nosotros los asistíamos y veíamos regresar el color a las mejillas de la niña. De pronto el pequeño se puso pálido y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: “¿A qué hora
empezaré a morir?” No había comprendido al doctor: pensaba que tendría que darle toda su sangre a su hermana.
..........Y aun así había aceptado.”
“Sí, lo haré si eso salva a Liz”.
Mientras la transfusión se hacía, él estaba acostado en una cama al lado de la de su hermana muy sonriente, mientras nosotros los asistíamos y veíamos regresar el color a las mejillas de la niña. De pronto el pequeño se puso pálido y su sonrisa desapareció. Miró al doctor y le preguntó con voz temblorosa: “¿A qué hora
empezaré a morir?” No había comprendido al doctor: pensaba que tendría que darle toda su sangre a su hermana.
..........Y aun así había aceptado.”
Y aun así lo había aceptado, es que.. lo iba a dar ......Dar todo por quienes amas....... Ama como nunca lo has hecho....... No despreciar la amistad de tus amigos. Vive cada día como si fuera el último día. Sonríe por fa....no cuesta nada, yo te regalo una sonrisa mía ¡¡¡ ala !!!
Hace tiempo que leí este relato, es muy bonito y emotivo.
ResponderEliminarBesitos
Hombrepordios!!!, en mi estado esto no se hace. Estas historias te hacen llorar y sobre todo pensar. Besitos.
ResponderEliminarConozco la historia, y como a tí me llegó muy muy dentro.
ResponderEliminarPienso que es real, y es la prueba que nos faltaba para probar la humanidad del hombre.
Un abrazo y me alegro de encontrarte de nuevo
La conocía, pero me recorre un escalofrío cada vez que la leo...
ResponderEliminarBueno, "pelillos" me alegro de verte.
Un beso, lindo
Natacha.
Preciosa historía! y muy a tener en cuenta.
ResponderEliminarMe alegro de tu vuelta. Te echaba de menos.
Un beso.
Los niños son lo más grande.
ResponderEliminarTodos los adultos deberíamos aprender de ellos.
un besazo, me alegra tu regreso...
...y lo bien que sientan las paraditas para regresar con las pilas cargadas, ¿eh?
:****
¡Por fin alguien optimista!
ResponderEliminar¡Nos vemos por los blogs!
Me alegro de tu regreso. Una historia muy hermosa, no la conocía.
ResponderEliminarVive cada día como si fuera el último, una frase muy cierta.
Un beso.
Una historia tremendamente emotiva, sin duda.
ResponderEliminarTener valores es importante para sobrevivir mentalmente sano en el mundo en el que no tocó en suerte.
saludos y gracias por tu visita
Gracias por compartir la historia, no la conocía, y verdaderamente, como dices, lo importante es vivir cada día, como si fuera el último, porque la vida es un regalo muy especial, y debemos cuidarla y mimarla, lo que pasa que hay momentos que vemos las cosas de otra manera.
ResponderEliminarGracias Trobin, por esa sonrisa que me has dejado en mi blog, muy agradecida por tus palabras.
Con tu permiso, dejo tu blog enlazado al mío.
Un beso.
Se me olvidaba, las imágenes me han gustado mucho.
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