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Valencia, Spain
El cielo por sábanas...un mundo y mucha gente por descubrir

viernes, 26 de marzo de 2010

Esos pequeños......



A un grupo de estudiantes de escuela primaria se les pidió que listaran lo que ellos pensaban eran las " 7 maravillas del Mundo moderno o actuales ." A pesar de ciertas diferencias, los siguientes fueron los que mas votos recibieron:
1. Las Pirámides de Egipto
2. El Taj Mahal
3. El Gran Cañón de Colorado
4. El Canal de Panamá
5. El Edificio Empire State
6. La Basílica de San Pedro
7. La Gran Muralla China
Mientras contaba los votos, la maestra notó que había una niña que no había terminado de listar sus sugerencias.
Así que le preguntó si estaba teniendo problemas con su lista, a lo que la niña respondió: "Si, un poquito. No puedo terminar de decidirme pues hay muchas."
La maestra entonces le dijo:
"Bueno, léenos lo que tienes hasta ahora y a lo mejor te podemos ayudar".
La niña lo pensó un instante, pero luego leyó:
" Yo pienso que las siete maravillas del mundo " son:
1. Poder ver...


2. Poder oir...

3. Poder tocar...

4. Poder probar...

5. Poder sentir...

6. Poder reir...

7. Y poder amar."

El salón se silenció a tal punto que si se hubiera caido un alfiler, se hubiera escuchado.

Las cosas simples y ordinarias y que nosotros tomamos como rutinarias y que no nos damos cuenta que suceden, son sencillamente maravillosas!!! Las cosas mas preciadas de la vida, no se pueden construír con la mano ni se pueden comprar con dinero…….. ¿Me regalas una sonrisa?

martes, 16 de marzo de 2010

De corazón..


Otro tema que me he encontrado......
"Papi... ¿Cuánto me amas?
El día que mi Hija nació, en verdad no sentí gran alegría. Por que la decepción que sentía parecía, ser más grande que el gran contecimiento que representa tener una hija.
¡Yo quería un varón!
A los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis dos mujeres, una lucía pálida y agotada y la otra radiante y dormilona.
En pocos meses me dejé cautivar por la sonrisita de mi Carmencita y por la infinita inocencia de su mirada fija y penetrante, fue entonces cuando empecé a amarla con locura.
Su carita, su sonrisita y su mirada no se apartaban ni por un instante de mis pensamientos, todo se lo quería comprar, la miraba en cada niño o niña, hacía planes sobre planes, todo sería para mi Carmencita.
Este relato era contado a menudo por Rodolfo, el padre de Carmencita y Yo también sentía gran afecto por la niña que era la razón más grande para vivir de Rodolfo según decía el mismo.
Una tarde estaba mi familia y la de Rodolfo, haciendo un picnic a la orilla de un río cerca de casa y la niña entabló una conversación con su papá, todos escuchábamos: Papi,... cuándo cumpla quince años, ¿cuál será mi regalo?
Pero mi amor, si apenas tienes diez añitos, ¿No te parece que falta mucho para esa fecha?
Bueno papito,... tu siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto por aquí. La conversación se extendía y todos participamos de ella.
Al caer el sol regresamos a nuestras casas.
Una mañana me encontré con Rodolfo enfrente del colegio donde estudiaba Carmencita quien ya tenía catorce años. Rodolfo se veía muy contento y la sonrisa no se apartaba de su rostro.
Con gran orgullo me mostraba las calificaciones de Carmencita, eran notas impresionantes, ninguna bajaba de diez puntos y los estímulos que les habían escrito sus profesores eran realmente conmovedores. Felicité al dichoso papá.



Carmencita ocupaba toda la alegría de la casa, en la mente y en el corazón de la familia, especialmente en el de su papá.
Fue un Domingo muy temprano cuando nos dirigíamos a misa, cuando Carmencita tropezó con algo, eso creíamos todos y dio un traspié, su papá la agarró de inmediato para que no cayera...Ya instalados en la iglesia, vimos como Carmencita fue cayendo lentamente sobre el banco y casi perdió el conocimiento.
La tomamos en brazos, mientras su papá buscaba un taxi hacia el hospital.
Allí permaneció por diez días y fue entonces cuando le informaron que su hija padecía una grave enfermedad que afectaba seriamente su corazón, pero no era algo definitivo, qué debía practicarle otras pruebas para llegar a un diagnóstico firme.
Los días iban pasando, Rodolfo renunció a su trabajo para dedicarse al cuidado de Carmencita, su madre quería hacerlo pero decidieron que ella trabajaría, pues sus ingresos eran superiores a los de él.
Una mañana Rodolfo se encontraba al lado de su hija, cuando ella le preguntó:
¿Voy a morir, no es cierto? ¿Te lo dijeron los doctores?
No mi amor...no vas a morir, Dios que es tan grande, no permitiría que pierda lo que más he amado sobre este mundo respondió el padre.
-¿Van a algún lugar?
¿Pueden ver desde lo alto a su familia?
¿Sabes si pueden volver?
preguntaba su Hija.
Bueno hija,... en verdad nadie ha regresado de allá a contar algo sobre eso, pero si yo muriera, no te dejaría sola, estando en el mas allá buscaría la manera de comunicarme contigo, en última instancia utilizaría el viento para venir a verte.
¿Al viento? ¿Y cómo lo harías?
No tengo la menor idea hijita, solo sé que si algún día muero, sentirás que estoy contigo, cuando un suave viento roce tu cara y una brisa fresca bese tus mejillas.
Ese mismo día por la tarde, llamaron a Rodolfo, el asunto era grave, su hija estaba muriendo. Necesitaban un corazón, pues el de ella no resistiría sino unos quince o veinte días más.
¡UN CORAZÓN!
¿Dónde hallar un corazón?
¡Un corazón!
-¿Dónde Dios mío?
Ese mismo mes, Carmencita cumpliría sus quince años. Y fue el viernes por la tarde cuando consiguieron un donante, una esperanza iluminó los ojos de todos, las cosas iban a cambiar.
El Domingo por la tarde ya Carmencita estaba operada, todo salió como los médicos lo habían planeado. ¡Éxito total!
Sin embargo, Rodolfo todavía no había vuelto por el hospital y Carmencita lo extrañaba muchísimo, su mamá le decía que ya todo estaba muy bien y que su papito sería el que trabajaría para sostener la familia.
Carmencita permaneció en el hospital por quince días más, los médicos no habían querido dejarla ir hasta que su corazón estuviera firme y fuerte y así lo hicieron.
Al llegar a casa todos se sentaron en un enorme sofá y su mamá con los ojos llenos de lágrimas le entregó una carta de su padre.
"Carmencita, hijita de mi corazón: Al momento de leer mi carta, ya debes tener quince años y un corazón fuerte latiendo en tu pecho, esa fue la promesa que me hicieron los médicos que te operaron. No puedes imaginarte ni remotamente cuanto lamento no estar a tu lado en este instante.
Cuando supe que ibas a morir, decidí dar respuesta a una pregunta que me hiciste cuando tenias diez añitos y a la cual no respondí.
Decidí hacerte el regalo más hermoso que nadie jamás haría por mi hija... Te regalo mi vida entera sin condición alguna, para que hagas con ella lo que quieras.
¡¡Vive hija!! ¡¡Te amo con todo mi corazón!!
“Carmencita lloró todo el día y toda la noche; Al día siguiente fue al cementerio y se sentó sobre la tumba de su papá; lloró como nadie lo ha hecho
y susurró:
" Papi,... ahora puedo comprender cuanto me amabas yo también te amaba y aunque nunca te lo dije, ahora comprendo la importancia de decir
"Te Amo" y te pediría perdón por haber guardado silencio tantas veces ".

En ese instante las copas de los árboles se mecieron suavemente, cayeron
algunas hojas y florecillas, y una suave brisa rozó las mejillas de Carmencita, alzó la mirada al cielo, intentó secar las lagrimas de su rostro, se levantó y emprendió regreso a su hogar".



Por favor nunca dejes de decir "TE QUIERO"
No sabes si será esta la última vez...
CADA DÍA A CADA INSTANTE, EXPRESA TU AMOR Y....... SONRIE

miércoles, 10 de marzo de 2010

domingo, 7 de marzo de 2010

El paquete de galletas....




Lo he leído y corro rapidamente a escribirlo ...........es bueno.
"Una joven esperaba el embarque de su vuelo en un gran aeropuerto ...

Como tenía una larga espera ante sí, decidió comprarse un buen libro, y también se compró un paquete de galletas.
Se sentó lo más comodamente que pudo, y se puso tranquilamente a leer, dispuesta a pasar un buen rato de descanso.
Al lado de su asiento donde se encontraba el paquete de galletas, un hombre abrió una revista y se puso a leer.
Cuando ella cogió la primera galleta, el hombre también cogió una.
Ella se sintió irritada por este comportamiento, pero no dijo nada, contentándose com pensar :
“¡Qué cara dura!”
Cada vez que ella cogía una galleta, el hombre hacía lo mismo.
Ella se iba enfadando cada vez más, pero no quería hacer un espectáculo.
Cuando solo quedaba una galleta, pensó: “¿Y ahora qué va a hacer este imbécil?”
El hombre cogíó la última galleta, la partíó en dos y le dió la mitad.
Bueno, esto ya era demasiado ...
¡ Ella estaba muy enfadada !


En un arranque de genio, cogió su libro y sus cosas y salió disparada hacia la sala de embarque
Cuando se sentó en su asiento del avión, abrió su bolso y ... con gran sorpresa descubrió ¡su paquete de galletas intacto y cerrado!
¡ Se sintió tan mal !
No comprendía como se había podido equivocar...
Había olvidado que guardó su paquete de galletas en su bolso.
El hombre había compartido con ella sus galletas sin ningún problema, sin rencor, sin explicaciones de ningún tipo ...... mientras ella se había enfadado tanto, pensando que había tenido que compartir sus galletas con él.... y ahora ya no tenía ninguna posibilidad de explicarse ni de pedir excusas ..."



HAY MUCHAS COSAS QUE NO PODREMOS RECUPERAR NUNCA MÁS.
Una piedra .... Después de haberla tirado ...
Una palabra.... ... después de haberla dicho.
Una ocasión ... ... después de haberla perdido.
El tiempo... ... cuando ya ha pasado. ......................


......Sonrie.......por fa....o se te pasa el tiempo